El reciclaje de metales sigue un proceso de cuatro etapas que son:
1. LA RECOLECCIÓN
Los mismos consumidores pueden encargarse de esto entregando sus residuos metálicos a las empresas dedicadas a la recogida de los mismos. Especialmente, los metales que se utilizan más en el día a día son aquellos que contienen las latas de aluminio, de acero y de estaño.
2. EL PROCESAMIENTO
Tras la recolección de los residuos metálicos, se procede al procesamiento de los mismos, donde se realiza la separación, este paso consiste en separar los metales desechados. Aquellos que estén en buen estado se separan de los que presenten un daño serio (como la oxidación) y/o de otro tipo de materiales, como por ejemplo madera o plástico.
3. LA FRAGMENTACIÓN
Un proceso fundamental dentro del conjunto es el de la fragmentación. Se basa en triturar todos los metales clasificados previamente y luego compactarlos.
4. LA DISTRIBUCIÓN
La última etapa de este proceso es la de distribución, que consiste en la venta a las industrias que pueden hacer uso de esos metales reciclados.